La ultraderecha se concentra
Es un hecho. La derecha chauvinista, racista y capitalista se concentra alrededor del partido valenciano E2000. Alrededor del aparato político de las empresas Anela, Levantina y otras menores se han alicatado los cimientos de la marginalidad ultraderechista. El último congreso de este pseudo-partido político así lo demuestra. En él, viejos racistas de filas ”nazis” se han integrado en este proyecto derechista y xenófobo, como los de Tierra y Pueblo o el elemento parapolicial Milá. El partido derechista, tras tratar de dar una imagen ”populista y antiinmigración” durante estos últimos años, ha dado un nuevo giro hacia el racismo de estado y de la patronal, incorporando en sus filas a antiguos militantes de organizaciones racistas, a antiguos skinheads ahora tratabadores en su empresa de seguridad, así como a todo un elenco de chivatos y cooperadores policiales.
Este último congreso no ha supuesto una mayor fuerza política o social de este partido burgués y derechista, sino la concentarción -en el mismo pequeño espacio político- de los que comparten sus tésis: antinmigracionismo legalista, centralismo español, racismo institucional, capitalismo material y futuro marginal. Tierra y Pueblo, Progreso y Orden (últimamente cooperando con la escisión ultra del PP, el PADE), Partido NS, antiguos de CEDADE, un ultracatólico del Frente Nacional del vegestorio Le Pen y otro tipo de personas del mismo bagaje pseudocultural (gogós, puertas de discoteca etc…). El congreso significa la etiquetación de todos estos grupos y personalidades, su clasificación como ultraderechistas. Aun cuando antes eran meras sospechas, ahora se confirma, pese a que algunos de estos grupos se travisten de sociales, de europeistas, de transversales… Sus hechos han demostrado que, nuevamente, la ultraderecha se nutre de la extremaderecha constitucionalista del sistema.
Este importante paso de concentración de los ultras en E2000 no supone un salto cuantitativo de esta formación, sino simplemente su estructuración en jerarquía al estilo franquista, con una democracia interna “organica” de voto público y cuyos resultados se saben con dias de antelación a las votaciones. Una concentración alrededor del propietario del partido, el empresario que financiará los otros proyectos que se han adheridos, famélicos de dinero tras unos años de camino autónomo sin ningún fruto. Nuevamente, la ultraderecha se organiza alrededor del dinero, su único objetivo, como el de sus compañeros de ideologia Zaplana y Acebes.
No compartimos en su totalidad el artículo, publicado por elplural.com, pero es triste como tienen que ser los “progresistas” los que nos informen de los infiltrados que hay en el patriotismo español.